La fisioterapia ayuda a resolver algunos de los problemas relacionados con la recuperación después del cáncer, como son por ejemplo los problemas de movilidad como consecuencia de la enfermedad y de las cirugías o las molestias ocasionadas por las cicatrices que, gracias a un tratamiento adecuado, pueden reducirse y eliminarse. Las cirugías además crean adherencias que pueden causar molestias en diferentes partes del cuerpo, restricciones de movilidad y dolores cuyo tratamiento con fisioterapia y osteopatía ofrece resultados muy positivos. La fisioterapia también ayuda a que las mujeres que han pasado por un cáncer puedan volver paulatinamente a realizar ejercicio físico de forma habitual, algo que es muy importante ya que existe evidencia científica de que dicho ejercicio reduce muchos problemas relacionados con la recuperación, entre ellos la fatiga.
Copyright © Cristina Rocha
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