Las cirugías uro-ginecológicas requieren una preparación previa y una terapia posterior para que sus beneficios se mantengan a lo largo del tiempo.
La fisioterapia uro-ginecológica juega un papel esencial en la preparación para las cirugías y en los tratamientos post-quirúrgicos. En efecto, aunque algunas patologías uro-ginecológicas requieren un abordaje quirúrgico, si estas cirugías no vienen complementadas por una preparación previa a la intervención quirúrgica y por una terapia y entrenamiento posteriores, sus resultados no se mantienen a lo largo del tiempo. Es el caso, por ejemplo, de los prolapsos que pueden volver a aparecer un tiempo después de la cirugía si la paciente no ha seguido un tratamiento antes de la intervención y tampoco ha tratado ni reeducado su cuerpo después de la operación. El motivo es bastante sencillo: si se aborda el efecto (prolapso) pero no se resuelven las causas, el problema permanece y se vuelve a manifestar de la misma manera (reaparece el prolapso) o de otras. Por eso muchas pacientes que se han operado llegan a mi consulta sorprendidas de que vuelven a notar esa misma pesadez en el suelo pélvico que notaban antes de la operación. Esto mismo sucede con otras cirugías uro-ginecológicas.
Además, todas las cirugías uro-ginecológicas pueden tener efectos adversos, como los dolores asociados a las cicatrices, la creación de adherencias o los desequilibrios que provocan en el sistema fascial, que causan todo tipo de molestias y dolores, no solo en la zona de la pelvis sino también en otras zonas relacionadas como por ejemplo la columna lumbar. Estas molestias se pueden tratar con herramientas de fisioterapia uro-ginecológica, obteniéndose resultados excelentes. En definitiva, debemos distinguir entre, por un lado, el alta médica, que implica que la paciente puede volver a su casa tras la cirugía y retomar su vida cotidiana; y por otro lado, la recuperación plena, que implica la eliminación de las molestias relacionadas con la cirugía, y la necesaria reeducación que permita mantener los beneficios de la cirugía a lo largo del tiempo. Por este motivo, todos los protocolos recomiendan que antes y después de una cirugía uro-ginecológica se realice una evaluación y un tratamiento de fisioterapia.
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