La preparación física al parto es una gran desconocida para la mayoría de las mujeres, y sin embargo es la mejor forma de prevenir muchas molestias como los prolapsos, los desgarros, o las diástasis.
Muchas de las consecuencias negativas de los partos, como por ejemplo los prolapsos, los problemas de incontinencia, los desgarros, o las diástasis, pueden prevenirse si la embarazada llega al parto con una buena preparación y una conciencia clara de lo que debe y no debe hacer. Una buena preparación al parto también ayuda a que el parto sea más rápido y a evitar situaciones que pueden causar trauma en la mujer. Hasta hace poco, muchas mujeres solo se interesaban por esta preparación después de un parto traumático que había dejado secuelas físicas incómodas, pero cada vez son más las mujeres que se anticipan a este tipo de situaciones y acuden directamente a la consulta ya desde su primer embarazo. Es una óptima idea ya que con unas pocas sesiones se puede mejorar muchísimo la experiencia del parto. Para ello, durante el embarazo programamos varias sesiones a través de las cuales vamos preparando el cuerpo de la mujer embarazada para el momento del parto. Una parte importante de la terapia consiste en aprender cuál es la postura más adecuada para un buen parto, cómo deben ser las respiraciones, o cómo hacer los pujos. Este plan de preparación física para el parto es muy efectivo ya que bastan unas pocas sesiones para conseguir que el parto se desarrolle de forma más fluida y evitar los efectos negativos que a veces se derivan del parto.
Copyright © Cristina Rocha
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